Última vuelta

Qué título más "poético"...? Supongo que tenía que salirme así; somos aficionados a un deporte que nos hace vibrar, nos estremece, disfrutamos como los que más, a veces olvidando que también es un deporte duro, peligroso y arriesgado. Vivir al límite no es fácil. Sinó que se lo digan a ellos. Esta semana hemos perdido a dos pilotazos que se buscaban la vida en terreno americano, una vida dura si no eres un TOP10 de MotoGP, pero sobre todo, personas increíbles. Los que los conocieron solo hacen que hablar maravillas y es que en ese mundo, el que más el que menos acaba formando parte de ti, de tu alma, y ocupa parte de tu corazón.
De miles de despedidas de colegas, compañeros, fans... Me quedo con la de Pol Espargaró a Dani Rivas "Te quiero Dani. Estés donde estés empújanos, que nosotros haremos volar tu alma" y el tatuaje de Xavi Forés.

Muchos pensarán que los pilotos tienen mucha suerte porque trabajan de lo que les gusta, están rodeados de personajes... Pero nada más lejos. Muchos han visto partir parte de sus famílias deportivas, compañeros, amigos, "hermanos"... Un día estas entrenando motocross con uno y al día siguiente puede que ya no. Por suerte no es tan frecuente, o quizá nos lo parezca porque las despedidas suelen ser de pilotos que como Bernat y Dani "se buscaban la vida" luchando por un sueño que va sobre dos ruedas. Algunos se han ido lejos de los suyos como ellos, que por la lejanía de Laguna Seca sólo tuvieron a su lado a sus respectivas parejas, su mánager y un mecánico, pero que en la lejanía nos tenían a todos, aún que de poco sirve en ese pequeño instante que parece efímero, pero que de alguna manera quedará grabado en el tiempo. Unos minutos angustiosos para todos.

En estos momentos me viene a la cabeza uno de los accidentes de los que más consciente he sido, y con ellos no quiero oscurecer nada, fué el de Marco en Sepang. "Relativamente reciente" pensaréis... Pero bueno, cada uno, con su edad ha vivido épocas del motociclismo distintas y os aseguro que recuerdo a la perfección mi posición en la sala y notar como cada pelo se me ponía de punta. Ese tipo me dio demasiados momentos así.

Os contaré algo, así que os pongo en situación. Montmeló. Viernes por la mañana, entrenamientos privados del CEV. Tras entrar al paddock me veo delante del camión del equipo de Simoncelli con una imagen gigantesca de Marco en cada flanco. Quedarme allí unos minutos y sentir las lágrimas derramarse por mis mejillas. Nunca me hice a la idea de lo que pasó.

"Questo è molto bello. Grazie"

Al oír esto que salió de uno de los hombres de papá Simoncelli al toparse conmigo así, me sequé las lágrimas, no sé si por vergüenza o qué. ¿Que quiero decir con ello? Que si, que pasamos por muchas despedidas fortuitas de grandes personas en los circuitos, pero jamás prohibais a nadie aficionarse, vivir esto. Porque tras ese dolor, antes ha habido compañerismo, apoyo, horas y horas de risas y muy buenos momentos. Porque la familia del motociclismo, los de verdad, los que sienten esto, es muy grande. En los momentos clave tanto en la gloria como en los días oscuros, los lazos se refuerzan, y aprendemos juntos cosas que agradezco haber conocido con esta "familia".

Realmente no sé si he plasmado lo que me pasaba por la cabeza, creo que es algo que no se cuenta. Si estás leyéndome creo que eres de los que lo entenderá sin necesidad de nada más, por eso ahora mismo solo me queda un gracias por darnos momentazos, por hacernos disfrutar, tanto con dos como con cuatro ruedas; en un equipo grande o uno más humilde. Tanto si la competición es de velocidad como de resistencia, de verdad, por todo.

Ojalá vuestro motor no se tuviera que apagar jamás, porque de grada a pista no hay tanto y os sentimos muy nuestros, así que seguid dando gas allá donde vayáis, que aquí siempre tendréis un rincón de nuestro corazón que os recordará.

#PBB